KARMA
Oración de apertura
“Namo Tassa Bhavatto
Arahatto Sammasambbuddhasa”
“Homenaje al Bendito, al espiritualmente perfecto, al armoniosamente perfecto”
Comienzo de la Charla
Hoy estoy feliz de hablarles. El tema es: “¿Qué es el karma?” o, como es mas familiar esta palabra, Karma.
Esta palabra no es una ley de castigo o recompensa; ese no es el significado de la palabra karma. Karma, simplemente, significa nuestros actos. Aquí, el Buda dijo acerca del karma: “Cetana aham bhikkave kamman vadami”, que significa: “Es el impulso emocional tras el acto lo que se vuelve karma”. “cetana” es el motivo (o intención) tras el acto. Ahora, esto significa que, la mayoría de las personas, cuando se preocupan de diversas cosas y cuando hablan del karma, se refieren, principalmente, a las circunstancias que están enfrentando.
Las personas pueden tener circunstancias placenteras o no placenteras. Y es de estas circunstancias que las personas comienzan a preocuparse, o estar contentas con ellas y, para explicar estas circunstancias, las personas piensan en el karma como la causa de estas circunstancias. Las circunstancias no son karma, sino “vipaka”. “vipaka” es el resultado o las consecuencias del karma.
Lo importante de lo que el Buda dijo es enfatizar el karma, que es el acto, o el pensamiento, o la actitud mental que una persona tiene, lo cual puede resultar en buenas o malas consecuencias. El énfasis no está en la consecuencia, o vipaka, o la circunstancia. El énfasis está en la actitud frente a las circunstancias: esto es lo importante. La actitud frente a la circunstancia es lo que llamamos karma.
El Budha habló del karma en términos de los diez “Akusala Karma”, o “Los Diez Actos Perjudiciales” o actitudes. La enseñanza del Buda es evitar estos actos perjudiciales y cultivar los actos beneficiosos.
Entonces habla del karma en términos de pensamientos, habla y actos. De los actos en forma de conducta, hay tres tipos de actos perjudiciales: herir o dañar a otros, hurtar o robar o tomar las propiedades de otros que no han sido dadas a voluntad. Y la mala conducta sexual o sensual, como el adulterio o cualquier otra conducta sexual perjudicial.
El cuarto es evitar la deshonestidad, la falsedad, mentir, pero esto no quiere decir que hemos de decir (hablar, expresar) la verdad siempre. Si la verdad que decimos hiere a otra persona; que quizás sea insultante para otra persona, o no placentera para otra persona, hemos de no decirlo. Si es algún tipo de habla soez, hemos de no decirlo, aunque pueda ser verdad. Además, hemos de no decir algo si eso hace que dos personas se enemisten. Eso significa: andar con cuentos o chismes. Ese tipo de habla, incluso cuando sea verdad, hemos de no decirlo. Y el otro es todo tipo de habla que puede ser verdad, pero es un tipo de habla errado, de bajo nivel: banalidades que puedan ser dañinas para las personas, incluso cuando no es directamente habla soez, o no directamente hace que dos personas se enemisten, pero puede ser mal hablar. Entonces, por su puesto, existen cuatro tipos de buen hablar: evitar los cuatro tipos de mal hablar.
Luego, el quinto punto, es no consumir intoxicantes. Ahora, en realidad, cuando hablamos de los diez actos perjudiciales, el no consumo de intoxicantes no está incluido (Si en los cinco preceptos) pero, al consumirlos, perdemos nuestro apropiado sentido mental y, por lo tanto, podemos cometer todos los demás actos perjudiciales.
Luego, hay otras tres cosas a evitar, que son actos mentales o pensamientos y estos son: codicia, o desear las cosas de otras personas, el segundo es el pensamiento de herir a otros: pensamientos maliciosos de herir, dañar, vengarse; ese tipo de pensmaiento. Y el tercer tipo de pensamiento a evitar es el de las “malas visiones” u “opiniones”, que se llaman “micca ditthi”, “malas visiones” u “opiniones”. Malas visiones significa, ciertas visiones, ciertas nociones o creencias que conducen a una conducta perjudicial o que alimentan el comportamiento perjudicial.
Estos son los diez tipos de mala conducta o conducta perjudicial a evitar: Tres tipos de actos físicos, cuatro tipos de habla y tres tipos de pensamiento.
Estos diez tipos de acciones perjudiciales están enraizados en tres estados mentales. Se llaman “lobha”, “dhosa” y “moha” que traducidos pueden ser: Avidez (deseo), aversión (ira) y delusión (ignorancia). Avidez es el deseo por el placer. Aversión es la repulsión por el dolor o por lo implacentero. Y delusión es pensar en términos de “mío” y “mi mismo”. La noción autocentrada es la raíz de todo mal acto.
Entonces, los buenos actos son, simplemente, los opuestos a estos. Evitar herir a otros, evitar el hurto, evitar la mala conducta sexual, evitar la mentira o falsedad, evitar el hablar dañino, evitar el enemistar a las personas, evitar hablar banalidades; y de los pensamientos: evitar la codicia, el odio y la delusion (ignorancia). O en realidad: codicia, odio y visiones erróneas.
Entonces estas son las cosas a ser evitadas; y aquellas son la buena conducta, los buenos actos, que están enraizados en la no-avidez, la no-aversión, la no-delusión, que quiere decir: actos desensimismados (sin sí mismo).
De esta manera, los buenos y malos actos han sido descritos como buen karma y mal karma. ¿y por que son malos? Simplemente, no porque esto va a crear un renacimiento en el “infierno”, o que los buenos actos creen un renacimiento en el “cielo”; ese no es el motivo real. El motivo es, simplemente, ser compasivo y empático con todos los seres y, de esta manera, no herirnos ni dañamos a otros.
Y así, todo esto esta basado en lo que se llama benevolencia universal, “metta” o “maitri”, en vez de pensar en términos de castigo y recompensa.
Entonces lo importante es que el karma no es una ley de castigo y recompensa, sino una actitud mental benéfica que trae felicidad tanto a uno mismo como a los demás. Esto es lo importante del concepto budista de Karma.
Karma es también usado en otra religión como en el hinduismo. Pero la manera en la que el Buda habla del Karma es, principalmente, el pensar en términos de la actitud básica que es el amor, la compasión. Y entonces, esta basado en la benevolencia universal, metta o maitri.
Otro punto importante que hemos de comprender, que puede ser ilustrado, es: una vez una persona fue donde el Buda y este le hizo una pregunta: “¿Qué te enseña tu maestro?” y es persona dijo: “Mi maestro dice: matar no es bueno, te llevará al infierno; robar no es bueno, te llevará al infierno; el adulterio no es bueno, te llevará al infierno; la mentira y el habla descortés no son buenos, te llevarán al infierno; tomar intoxicantes o cualquier droga dañina no es bueno pues puede llevarte al infierno”. Entonces, el Buda dijo: “Bueno, si eso es lo que tu maestro enseña, todos ustedes irán al infierno porque, en algún momento de tu vida, puedes haber herido a alguien, puedes haber robado, aunque sea una pequeña moneda, o puede que hayas mentido, o cualquiera de estas cosas puedes haber cometido. Entonces, eso te llevará al infierno. Esa no es la manera en que yo enseño a mis discípulos”. “Yo enseño que robar es un mal acto, renuncia a robar; la mala conducta sexual es un mal acto, por lo tanto, renuncia a eso; decir mentiras no es bueno, o toda habla descortés no es buena, por lo tanto, renuncia a eso; consumir intoxicantes no es bueno, por lo tanto, renuncia a eso”. “Al decir esto, mis discípulos, luego de explicar esto, comienzan a renunciar a esas cosas. Y comienza a practicar benevolencia universal, practiquen pensamientos como: “que todos los seres estén bien y felices”, “Que todos los seres estén bien y felices”, ese tipo de pensamiento. Y también pensamientos de compasión, y comienzan a pensar: “tal como yo he de estar bien y feliz, que todos los seres estén bien y felices”. Eso significa considerar a los otros tan importantes como a uno mismo, sin hacer distinciones entre uno y los demás, tal como una madre trata a su hijo, con amor y compasión. La felicidad del hijo es la felicidad de la madre. La infelicidad del hijo es la infelicidad de la madre. Compasión. Y, cuando una persona practica esta compasión, su mente se vuelve desensimismada, completamente sin si mismo. Y, cuando eso ocurre, la infelicidad, la tristeza y el pesar de esa persona desaparecen, porque toda tristeza, pesar, e infelicidad es centrada en el si mismo. Y, cuando una persona se vuelve completamente desensimismada y sin si mismo, esa persona se vuelve una persona feliz. Disfruta de la felicidad, no de obtener cosas, sino de la felicidad del desensimismamiento. Y, cuando esto ocurre, puede mirar dentro de si pero sin pensar en un si mismo.
De esta manera cuando la mente se vuelve introvertida o se enfoca dentro, la mente se vuelve calma y tranquila. Y cuando la mente se vuelve calma y tranquila, lo que sea que ocurra en el mundo, ya sea ganancia o pérdida, fama o mala fama, elogio o culpa, placer o dolor, lo que sea que ocurra en el mundo externo no complica ni perturba la mente de esta persona. Este estado de la mente es la verdadera mente en paz y feliz. Y, solo cuando la mente está tranquila de esta manera, es que podemos realmente practicar el amor para todos los seres; amor no como un apego, sino como un estado sin si mismo de la mente, donde podemos interesarnos en el bienestar de los otros por su bien, no interesarnos en el bienestar de otros por nuestro bien, sino interesarnos en el bienestar de todos los seres, sin excepción, de manera no-egoísta, y esto solo es posible cuando nuestra mente está calmada. ¿Por qué? Porque todas las excitaciones emocionales de la mente están cerradas en el si mismo, ya sea que surja como deseo o que surja como repulsión, o que surja como miedo o que surja como preocupaciones o ansiedades, todo esto es autocentrado. Cuando la mente es sin si mismo (“desinteresada”), libre de egoísmo, esa mente es una mente muy feliz. Y con esa mente feliz podemos hablarles a otros de manera placentera, y actuar hacia otros de manera placentera. De esta manera nos hacemos felices a nosotros y también a los demás. Es así como realmente nos volvemos buenas personas. Nos volvemos realmente buenos solo cuando nuestra mente se ha purificado, y como resultado, también nos volvemos felices.
Entonces está es la enseñanza del Buda. Y esta enseñanza del Buda, una vez entendida de esta manera, no tenemos que preocuparnos si vamos a vivir otra vida luego de la muerte. Esto es algo muy importante que el Buda mencionó en el “Kalama Sutta” El kalama Sutta es un discurso famoso, bien conocido por los budistas donde el Buda habla de “la verdad”. Alguien fue y le pregunto al Buda: “Muchas personas vienen y hablan de varias ideas, y estas ideas están todas basadas en el dogmatismo; comienzan a decir que su visión es la correcta y que todas las demás son erradas, entonces no somos capaces de decidir que es lo correcto y que es lo incorrecto”. Entonces el Buda dijo: “No se conduzcan por lo que otros dicen, no se conduzcan por las otras tradiciones, no se conduzcan, simplemente, por creer en lo que la otra persona dice, no se conduzcan por el razonamiento lógico, no se conduzcan, incluso, por la observación empírica, no acepten nada como “la verdad”. Pero, cuando sepan que algo es bueno, es considerado bueno por los sabios y lleva a la felicidad de uno mismo y de otros, entonces, ha de ser lo bueno. Cuando lleva a la infelicidad de uno mismo y de otros, entonces, no han de hacer aquello”.
Entonces, lo importante aquí no es si una declaración es verdadera o falsa, lo importante aquí es si una declaración o acto es bueno o malo. En otras palabras, el asunto importante que el Buda enseño es la diferencia entre lo que fue bueno y malo, no entre lo que es verdadero y falso. Porque el Buda dijo que todo es simplemente una declaración que puede ser buena o mala. No existe tal cosa: “verdadero” o “falso” en mundo. De lo que podemos hablar es de lo que es bueno y de lo que es malo. Por eso, cuando una persona fue al Buda y le preguntó: “¿Que es lo que enseñas, hay algo que enseñes?”. Y el Buda dijo “Yo enseño hacer lo que es bueno y no hacer lo que es malo”. Entonces, hacer lo bueno y evitar lo malo es la enseñanza del Buda. Por eso el Buda dijo: “Refrenarse de todo mal/ Hacer lo que es bueno/ Purificar la mente, tal es la enseñanza de todos los Budas.”
Esto es lo importante a comprender. Y estoy muy feliz de haber compartido mis pensamientos con ustedes y espero que hayan comprendido la enseñanza del Buda. Que todos estén bien, en paz y felices. Gracias.
----------------------------------------------------
Por el Venerable monje Bhante Punnaji