Profundizando en: "Los cinco preceptos" en esta nota vamos a enfocarnos en el aspecto práctico de dichos votos.
Podemos ver a simple vista que, aunque todos sabemos que debemos ser respetuosos, amables con los demás, pacientes, generosos etc, esto no ocurre. Algunas personas dicen que los preceptos lo encierran a uno en una determinada manera de actuar, o que no necesitan de ellos porque no hacen ningún daño. Sin embargo, cuando estamos bajo la influencia de estados y emociones perturbadoras, solemos actuar de manera errónea y generamos sufrimiento tanto a los demás, como a nosotros mismos.
Los preceptos no están hechos para limitarnos, sino para tomar consciencia de nuestras acciones físicas, verbales y mentales, no habrá un Dios que baje a castigarnos por nuestro comportamiento erróneo, somos nosotros mismos quienes generamos nuestro propio sufrimiento. Por lo tanto, tomar los preceptos diariamente es una manera de permanecer alertas y no dar por hecho que tenemos una conducta impecable cuando podemos cometer errores.
Cuando tomamos los preceptos diariamente, esto no debe ser una recitación vacía, debemos contemplar la importancia de mantener una conducta virtuosa, contemplar la responsabilidad que tenemos con nuestro accionar y no limitarnos solamente a repetir una serie de reglas.
La práctica de los preceptos requiere de nuestro ingenio, debemos ver que voto podemos trabajar en cada experiencia cotidiana, cuando estamos solos debemos atender las acciones de la mente, lo que pensamos si es sano, si es perturbador, si conduce al cese de las aflicciones, si estamos generando apego, aversión. Cuando estamos en frente de otras personas debemos cuidar nuestras acciones verbales, no mentir, no insultar, no hablar mal de otros, no dañar.
De esta manera la toma de preceptos tiene dos aspectos: el aspecto que se compromete y se mantiene alerta, y el aspecto que cultiva y resguarda los votos con acciones virtuosas. Si no atendemos ambos aspectos, el mero hecho de comprometerse no será suficiente.
¿Y que ocurre cuando rompo un voto?
Aquel que no toma los preceptos, no tiene nada que incumplir y por lo tanto puede caminar ignorando el impacto de sus acciones. Cuando nosotros rompemos un voto y cometemos acciones insanas, debemos ser muy cuidadosos sobre el modo en que respondemos a esta experiencia. Es muy simple ir de la indiferencia hacia el castigo y la aflicción. La ruptura de un voto tiene que conducir al arrepentimiento pero no a la culpa, el arrepentimiento es la actitud de reconocer el error, de reconocer el daño que hicimos y generar la determinación de trabajarlo y no dejarnos arrastrar.
Por un lado los errores no deben ser justificados, no debemos creer que no pasa nada simplemente porque sus efectos no han madurado de inmediato.
Por otro lado, si caemos en estados de depresión y de culpa tampoco estaremos haciendo nada positivo para enmendar el daño.
El karma de las acciones no desaparece, pero puede ser contrarrestado y purificado.
- El primer paso es el arrepentimiento de la acción insana
- El segundo es recordar nuestro compromiso con la práctica espiritual y tomar la determinación de no volver a cometer dicho acto
- El tercero es generar acciones virtuosas que contrarresten el efecto, si fui duro con alguien, ser mas amable y benevolente etc.
- El cuarto paso es estar atento ante esas experiencias sabiendo que puede volver a surgir algún estado perturbador, entonces podremos recordar nuestro compromiso y nuestra práctica y pensarlo dos o tres veces antes de actuar.
¿Y que pasa cuando dañamos a alguien sin la intención de hacerlo?
Si uno mantiene los cinco preceptos y se expresa adecuadamente, puede que de todas maneras a causa de sus propias perturbaciones los seres se sientan ofendidos con nuestras acciones, de modo que siempre hemos de mantener los votos, y seguir siendo amables, generosos y pacientes. Las acciones y las respuestas de los demás, nunca deben ser un fin o un justificativo para romper nuestra conducta.
Debemos avanzar con diligencia, tan pronto reconocemos nuestras faltas, debemos retractarnos y recordar los preceptos, recordar nuestra toma de refugio y seguir cultivando virtud, así es como paso a paso las aflicciones se van debilitando.
🙏🙏🙏
Muy interesante wowww
Genial 😁😁😁😁Dios no se equivoca
He practicado los preceptos y al ser consciente de mis acciones puedo notar un cambio, sin embargo, sigo trabajando en mis acciones al enfrentarme a situaciones de injusticia, me cuesta mucho no albergar pensamientos negativos frente a las injusticias, pero sigo trabajando...
Si es difícil, pero exactamente esa es la tarea. Estar presente en cada momento; mirándote, escuchándote, percibiéndote... .Realmente las ocupaciones cotidianas hacen esto muy difícil, pero las dos prácticas nos demandan responsabilidad y compromiso: El estar adentro y afuera, a la vez.
Buena explicación y dificil, pero no imposible el camino.
Gracias Nahuel
Fácil de entender, gracias