top of page

Atreverse a ser felíz

Las preguntas simples pueden llevar a las respuestas más profundas.

¿Por qué somos humanos? ¿Qué es felicidad? ¿Por qué sufro tanto? ¿Por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?

Fue así como de un momento a otro mi vida se tornó una búsqueda incansable de la verdad. No era algo más, como buscar un producto en el supermercado. Tenía sed de verdad, hambre de verdad. Estaba cansada. Al final, todas las palabras me parecían vacías, sonaban bonito como un consuelo de paso. Pero nunca ayudaban a sanar. Terapias, olores, sonidos, alimentos, yogas, etc. Nada respondía estas preguntas y sin respuestas es imposible comprender lo que nos sucede.

Leí muchos libros. Algunos autores hablaban de la "ciencia de la mente" y metafísica, otros eran hindúes yoguis, psicólogos, etc. La verdad he leído y escuchado de todo. Iba en búsqueda de lo que, a mi entender "sí era" lo que necesitaba. Y sin embargo cuando todo terminaba y estaba sola no quedaba otra que hacerse cargo de lo que aún no podía resolver, lo que llevaba dentro hace tanto tiempo. El sufrimiento que cargaba, la insatisfacción.

Hasta que en un momento alguien muy importante me ha dado el libro de las 4 Nobles Verdades de Ajahn Sumedho y allí abrí la puerta para nunca volver, al inconmensurable conocimiento, el tesoro del sendero de las enseñanzas del Buddhadharma.

Ha pasado algún tiempo desde entonces y reflexiono acerca del camino del ser humano en la búsqueda de su felicidad. Me di cuenta donde había fallado.

Estamos acostumbrados a dirigir nuestra búsqueda espiritual a la obtención de "algo". Por ejemplo, solemos afirmar: necesito "paz", necesito "quitarme esta angustia", necesito "felicidad", necesito "que tal persona haga esto para sentirme bien" o "sea de esta manera", "me trate de tal otra", etc., Necesito ("..........") ¡Complete la línea punteada!. Allí mismo se encuentra nuestra causa de sufrimiento.

Estamos acostumbrados a ir tras lo que el deseo nos dicta. Colocamos etiquetas y pensamos que "esto" es lo que necesito para ser felíz (a veces, "esto" tristemente ¡también son personas!). Y también, cuando obtenemos lo que queremos resulta no ser suficiente. Siempre queremos más.

Tenemos que darnos cuenta que vivimos manipulando constantemente la realidad. Queremos que todo sea como se nos antoja. Actuamos de manera egoísta. No aceptamos las situaciones, personas ni a nosotros mismos tal y como somos ahora, en este momento. Si se fijan siempre deseamos que todo sea diferente o pase algo más, o tengamos algo más, miramos al futuro, al pasado, y distorsionamos la realidad con lo que para nosotros "debe ser".

Ser practicante (a diferencia de muchas cosas a las que estamos acostumbrados), es ser, ante todo, renunciantes. Y esto es importante destacar porque tenemos que abandonar la forma en la cual funcionamos habitualmente buscando algo a obtener. Como practicantes no buscamos absolutamente nada. Por el contrario, ¡nos vamos quitando peso de encima! Cargas innecesarias, memorias, deseos, insatisfacciones cotidianas y no tanto, creencias, etc. Todo esto que arrastramos es Dukkha.

¿Qué sucede si dejo de sentir que tengo que hacer algo o tengo que tener algo para ser feliz? ¿Qué sucede si dejo de ir tras objetos y personas? ¿Qué sucede si acepto las circunstancias y a mí mismo tal y como soy ahora? ¿Se han preguntado alguna vez?

¿Han contemplado qué se siente al desear y qué se siente cuando ya no deseo? ¿Han contemplado acaso cómo funciona el apego? ¿Qué sucede cuando abandono Dukkha, cuando renuncio a él?

Al final es una gran paradoja. Sin buscar nada, encuentro todo lo que necesito para ser feliz. Buscando me doy cuenta que todo lo que "me hace falta" ya está en mi interior como semillas que esperan ser desarrolladas, cultivadas.

La meditación es la llave que nos ayuda a cultivar estas emociones estables, virtuosas y dándole cada vez menos terreno al deseo, a la duda, codicia, pereza, avidez y aversión.

Dándole menos terreno fértil a Dukkha me encuentro con paciencia, paz, armonía, sabiduría, compasión, felicidad plena, creatividad. Todo se transforma cuando me transformo en mi mente. Todo comienza en uno, aceptando todas nuestras limitaciones, defectos, problemas. La transformación implica renuncia. Una postura de vida que lleva a desafiar todo lo que conocemos y vivimos con nuestros 6 sentidos. Y puede ser que nos demos cuenta que ya no queremos invertir nuestro tiempo en muchas cosas donde antes sí.

Pero la práctica no es un comercio, donde espero algo a cambio que "llegue" para darme todo lo que necesito para ser felíz a "mi" que sufro tanto. Practicar implica transparencia, total aceptación hacia mi mismo, todos los seres y situaciones cotidianas. Implica no seguir engañándonos ni engañando a otros.

Las 4 Verdades expuestas por Buda son Nobles porque son una invitación a contemplar mediante nuestra propia experiencia, no una verdad absoluta.

Esta es mi experiencia. ¿Cuál ha sido la tuya? Reflexiona. Cuando has deseado algo, ¿te has sentido mejor o peor?

Si hemos estado toda una vida bebiendo agua salada para calmar nuestra sed:

¿No creen que vale la pena intentarlo? ¿Y si consideramos una segunda opinión? ¿Qué tanto podemos "perder" realmente?.

¡Que todos los seres de todos los mundos sin excepción sean felices y estén libres de sufrimiento!

"OH, ANANDA, SE TU PROPIA LUZ, TU PROPIO ABRIGO.

NO VAYAS A BUSCAR FUERA EL REFUGIO. SOSTÉN DE MANERA DECIDIDA LA VERDAD COMO UNA LÁMPARA. SOSTÉN SÓLIDAMENTE LA VERDAD COMO UN REFUGIO. NO BUSQUES NINGÚN REFUGIO FUERA DE TI"

El Buda, El Libro del Gran Deceso.


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
bottom of page